Todos los años celebramos en el IES Avempace unas jornadas solidarias, cuyo único fin es recaudar fondos para ayudar a quien lo necesite; este año irán destinados a una profesora del Chad a la que el gobierno de su país le ha retirado el salario para invertir en armamento. Nosotros nos hemos comprometido a pagarle la mitad de su sueldo de un año.
Las jornadas comenzaron a las 10, o mejor dicho, a las 9, pues una hora antes del comienzo de las actividades ya había gente corriendo de aquí para allá, pegando carteles de última hora, montando sus puestos, organizando turnos de venta...
Nuestro puesto era el de chapas, uno de los que más éxito tienen año tras año. Y éste no iba a ser menos.
* Sí, el cartel no estaba acabado, lo sabemos... Pero no hubo tiempo!! T_T *
Con la sirena que anunciaba las 10 de la mañana, el vestíbulo se llenó de gente. La zona de comidas, donde se ofrecían postres, bocadillos, magdalenas, empanada, incluso crêpes, estaba a tope, apenas se podía pasar. Cada unidad costaba 50 céntimos, a mi parecer un poco caro, ya que las tartas y la empanada (por ejemplo) estaban cortadas en trocitos muy pequeños. ¡Pero muy rico todo!
También estaba el clásico puesto del mercadillo, donde podías encontrar todo tipo de cosas, desde altavoces para el ordenador de publicidad hasta una foto de familia de alguien desconocido entre las páginas de un libro.
No podía faltar la venta de chocolate solidario, de comercio justo, ni la de cócteles sin alcohol. Y, por supuesto, mencionar la popular Cueva del terror, que se realizó en la sala multiusos del centro y que estuvo muy bien.
Hacia la mitad de la jornada se iba vaciando la zona de comidas (¡por fin se podía entrar!), y comenzaron a hacer ofertas para acabar de venderlo todo.
Las chicas de canto actuaron deleitándonos con canciones haciendo referencia a la Navidad, y en el gimnasio tuvo lugar la realización de los bailes, un acto tan exitoso cada año...
Nuestro puesto de chapas aguantó hasta el final, aunque era difícil vender las pocas chapas que nos quedaban a los últimos que se pasaban: las chulas habían volado enseguida.
¡Recaudamos más de 100€! Y los del chocolate no sé si 200€ o por ahí... El caso es que había muchos puestos de venta de todo tipo de cosas y todos ganamos muchísimo, podemos sentirnos orgullosos!
Hay modos de conseguir dinero para ayudar a los que lo necesitan y a la vez pasarlo en grande y disfrutar... y por supuesto... ¡perder clase! ¿A quién no le gusta perder clase de vez en cuando? ;)
